Armonía Sin Herraje

Por Alexandra Bowers

En décadas recientes, se ha investigado y estudiado a los caballos salvajes tratando de entender la robustez de ellos y de qué forma esa información puede ser aplicada para mejorar la calidad de vida de sus homólogos domesticados.  Es de particular interés la resistencia, durabilidad y virtualmente libre de cojera del casco salvaje.  ¿Cómo es que equinos salvajes pueden errar por kilómetros cada día sobre terrenos agrestes y todavía tener cascos más fuertes y sanos sin herraduras que los caballos domesticados herrados bajo el cuidado de los humanos?

Esta pregunta intrigó a Jaime Jackson.  Él tiene 22 años de experiencia con los cascos de los caballos; al principio como herrero, y después como especialista en el cuidado de cascos.  Jackson observó y estudió a los caballos salvajes del Oeste de Estados Unidos por un período de varios años.  Descubrió que el factor más importante en la salud de esos cascos es el medio ambiente. 

Él se dio cuenta que estos caballos, viajan entre 20 y 30 kilómetros al día sobre terrenos rocosos y abrasivos.  Este duro ambiente produce un casco que tiene una forma muy distinta a lo convencionalmente aceptado como 'normal' en el mundo de los caballos domesticados. El continuo e íntimo contacto del casco salvaje con el suelo le suministra estimulación  a las estructuras del casco, permitiendo que el casco se adapte virtualmente a cualquier terreno, algo que no es posible reproducir con herraduras.  Jackson se convenció que estas revelaciones podían ser adaptadas al caballo domesticado.  

Devolver al caballo a las condiciones de vida natural no significa soltarlo en una pradera para que se reúna con la manada salvaje.  Sin embargo se requiere educación y esfuerzos comprometidos de parte del dueño del caballo.  Le recomendamos comenzar a leer al respecto.   

 Sin herraduras: Una técnica que para muchos puede ayudar al caballo.

Hay una forma de despalme que permite dejar al caballo sin herraje y sin dolor.  

El movimiento 'alto rendimiento sin herraje' se ha expandido en Norte América y se está difundiendo alrededor del mundo.  Se conoce de gente en Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Holanda, Reino Unido, Italia, Chile y Singapur.  Este movimiento incluye a jinetes de esparcimiento; competidores de enduro, adiestramiento, polo, movimiento de riendas, hípica, varios en áreas montañosas; y en el negocio de los coches.

Con esta forma de despalme se han obtenido excelentes resultados en la rehabilitación de caballos con laminitis, recuperándolos en su totalidad al corregir el 'desequilibrio navicular' y con ello permitiendo la curación de los tejidos inflamados. 

Debido al daño causado dentro del casco con el uso de las herraduras, a lo menos toma un año para que los debilitados tejidos internos se reconstruyan y crezca una pared más sólida en el casco.  A los caballos que trabajan en terrenos firmes, les irá bien durante este año de ?transición?.  Los caballos que son montados en caminos de gravilla, huellas rocosas o pavimento, deberán usar botas para cascos durante ese tiempo protegiendo así los tejidos internos mientras sanan.  (Para esta etapa se recomienda la bota Suiza para cascos)   

Los caballos sin herraje ganan en:

* Calidad del movimiento, ya que un casco ligero y naturalmente formado les permite mover la pata completa más libremente.

* Seguridad en el andar,  ya que los cascos sin herraje no son insensibles y pueden sentir el piso.

* Resistencia, ya que los cascos al ser bombas auxiliares, suministran considerable circulación sanguínea a todo el cuerpo.