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Freno de Oro y el caballo chileno

En esta columna de opinión Arturo Montory se pregunta cómo sería el rendimiento de nuestro criollo en esta disciplina.
Autor:

Por Arturo Montory G., director Revista Tierra de Caballos.

 

Una fiesta criolla maravillosa, colorida, campera, vistosa, visitada  por un millar de personas de las más diversas nacionalidades, la mayoría vestidos a la usanza de su país, un espectáculo único en el mundo.

La celebración de la edición numero 25 del Freno de Oro, marca una historia presente pasado y futuro del caballo criollo brasilero, de sus jinetes, de sus cabañas y del aumento cada vez mas de público que vibra con las pruebas.

 

En la competencia ecuestre  participan 44 machos y 44 hembras que han debido sortear  Credenciadoras y Clasificatorias en su camino a obtener el más preciado trofeo de criollismo gaucho el Freno de Oro, por el que trabajan, crían, doman, enseñan, miles de hacendados y jinetes gauchos.

Es una competencia fuerte en cuanto a velocidad, boca, control, resistencia e instinto vaquero de los criollos en competencia.

Son varias jornadas de presentaciones de cada binomio.

En cuanto a morfología se presentaron caballos preciosos, con sello de raza, y gran estructura muscular y ósea. Llama la atención el desarrollo muscular del cuello y pecho de los caballos y yeguas participantes, 

En cuanto a las pruebas de campo los caballos tienen buena rienda, agilidad y mucha velocidad, llama la atención también lo rápido que "paran".  En las pechadas demuestran su extrema valentía al choque y su gran potencia además de su instinto al irse con gran facilidad y decisión sobre un novillo. Las Paleteadas donde se corren novillos chicos y muy veloces, los caballos van a toda su velocidad pegados al animal, sin tropezar ni menos titubear al juntarse en la cancha con él,  (parecido a "carreras a la chilena"  pero con un novillo al medio) un lindo espectáculo, en que el factor sorpresa está  presente, los novillos son extremadamente vivos (Aberdeen Angus) y sensibles a escaparse para cualquier parte de la cancha y la destreza está en dirigirlos, lo que aparece en un principio como fácil pero al estar observando de cerca no lo es para nada.

Llama la atención el largo del "freno" de los caballos, es la costumbre gaúcha como dice mi culto amigo, jinete  y cabañero Uruguayo Luis Pedro Valdés: "Siempre a los chilenos les ha impresionado el 'freno gaucho', sobre todo el largo de las patas y el puente más o menos alto. Este 'freno' no es más que el descendiente del antiguo 'freno vaquero español', y es bien parecido al actual freno usado hoy en la 'doma vaquera o el rejoneo', además de la 'alta escuela' (al que, para complicar las cosas, le agregan un filete). También hoy los vaqueros de California  que usan frenos similares (estos se ven aún más bravos). Muchas caballerías militares usan hoy también estos frenos patones. Son frenos pensados para gobernar al caballo con una mano, dejando la mano hábil para 'usar el lazo u otro utensilio de trabajo' (en el rejoneo las banderillas, los rejones, etc; en la guerra el sable). En general, con estos frenos se 'tironea' menos la boca que con un 'freno sin patas' como el chileno (de ascendencia mora indudablemente)".

Las grandes diferencias entre la equitación gaúcha y la chilena son precisamente la embocadura, la posición del cuello del caballo, la posición del jinete (más "a la jineta en Chile", más "a la brida" en Brasil, Uruguay y Argentina, aunque ambas equitaciones tienen elementos tanto de la escuela a la jineta como de la escuela a la brida).

La escuela americana (rienda americana) usa también "frenos de patas largas", sin embargo no ves bocas abiertas (está penalizado en sus concursos). Esto es porque el caballo entrenado en Rienda Americana hace sus ejercicios como un autómata, es decir, se sabe de memoria el recorrido y sólo necesita una mínima ayuda (una "pista", o cue en inglés) para recordarle lo que ya sabe que tiene que hacer".

En el caso del Freno de Oro, el concepto es radicalmente diferente: se trata de emular el trabajo que se le pide a un caballo de campo, en el cual no hay un recorrido predeterminado. El caballo tiene que estar "en la mano" del jinete, es decir, atento a sus órdenes, que pueden ser cambiantes como lo es el trabajo en el campo (se penaliza mucho la "anticipación" a hacer una entrada de patas, etc). Por supuesto, los caballos mejor entrenados (generalmente con más tiempo de arreglo) no abren la boca como aquellos que tienen menos tiempo (esto pasa en Chile también).

"Coincido contigo que es feo ver a un caballo de boca abierta...es obviamente una reacción, pero pienso que más a la mano del jinete que al freno. Esta reacción de abrir la boca (y de levantar alto la cabeza para disminuir el tirón) también la ves en las entradas de patas durante el Movimiento a la Rienda de ustedes). En definitiva, como lo han dicho tantos hombres de a caballo: Lo bravo está en la mano del jinete, no en el freno", comenta Luis Pedro Valdés.

Esta técnica y documentada explicación de un conocedor del tema en su tierra y también en Chile, deja en claro el asunto para todos.

 

Se dilucida en esta reseña la forma distinta de montar del gaúcho y del huaso, la forma  de sentarse, la posición de las piernas y la toma de los estribos, también la cincha colocada muchos mas atrás. Cuál escuela es mas efectiva para la competencia, eso se verá en algunos años mas cuando Chile entre de lleno al Freno de Oro.

    

Nos preguntamos cómo sería el rendimiento de un caballo chileno en el Freno de Oro y la opinión de Luis Pedro es esta: "Creo que un caballo de rodeo, de los que tienen un buen arreglo, sin duda puede participar en el Freno, con una cierta 'readaptación' en manos de un jinete que prepare este tipo de caballos. Un ejemplar bien arreglado de rodeo tiene toda la flexibilidad para aprender los movimientos del Freno de Oro, ni qué hablar del sentido vaquero".

Precisamente este año en Rancagua, en el Campeonato Nacional de Rodeo, veía a los potros negros de Santa Isabel, y pensaba (sobre todo del más lindo, no recuerdo si era el Fantástico o el Filtrado): "qué caballo para arreglar para el Freno!". Le das ese caballo unos 5 ó 6 meses a Lindor Collares (el arreglador más versátil, que salió Jinete del Año del Freno), y hace sin duda maravillas!

A buen entendedor pocas palabras.

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