Genscowski y Salazar fueron los ¨cracks¨ del Rodeo de los Jurados
Los Campeones, con Genskowski atajando.
Por Héctor Parraguirre Jara
Inolvidable jornada vivió el cuerpo de jurados de la Federación del Rodeo Chileno en la Medialuna de Catemito, donde disfrutaron con su tradicional competencia corralera, donde los jueces demostraron que también se la pueden al otro lado de la cerca.
Al menos los Campeones, lucieron impecables: Max Genscowski y Gastón Salazar ganaron por paliza, con 29 puntos buenos en Whisky en Caña y Panguilemo.
Pero vamos por parte. Después de una reunión de trabajo, encabezada por Marco Millán, gerente deportivo de la Federación del Rodeo Chileno, 15 colleras de jurados se dispusieron a dar lo mejor de sí en las quinchas y demostrar que también saben de atajadas en la arena misma.
No a todos les fue muy bien... pero así es la vida. Entre los competidores figuraban Francisco Asenjo, Andrés Sarabia, Andrés Amor, Alvaro Brito, Gastón Gómez, Raúl Florín, Roberto Rivas, Rodrigo Alarcón y el propio jefe, don Marco, por mencionar sólo algunos.
Los jurados, los que juraron este rodeo para que no se confunda amable lector, fueron Roberto García, sí el dueño del Criadero Doña Paula; Felipe Izquierdo (Asociación Santiago Sur) y Francisco Correa (Asociación Melipilla).
Como secretario estuvo el connotado Víctor Acevedo, quien se destacó por simpáticas tallas que hicieron aún más amena la jornada. Anote: "Caballo entró guateado", "atajada sin fe", "un montón de puntos malos" y un relato de una carrera extra, fuera de competencia, de Millán y su compañero Alvaro Morales y que se contará más adelante.
La organización corrió por cuenta de Agustín Fossatti, presidente de la Asociación Santiago Sur, que atendió de inmejorable forma a los invitados, entre ellos los directores de la Federación, Cristian Moreno y Alfonso Rivas.
También se pudo ver a otros ilustres, como el Campeón de Chile Víctor Vergara; y Alfonso Navarro, quien llegó acompañado de sus hijos; y el ahora vicepresidente de la Asociación Cordillera, Rolando Varela.
El desarrollo del rodeo
Las 15 colleras corrieron los dos primeros toros. Al término del primer animal, los jinetes bebieron un refrigerio para recomponer energías y ponerle bueno al segundo. De cero punto hacia arriba pasaron el tercer novillo y ahí sólo quedaron ocho parejas en competencia. Las otras "se fueron a los camiones".
Y sólo las cinco mejores quedaron para el cuarto toro. Eran seis, pero las otras tres acumulaban sólo puntos malos, así que no pasaron.
Ganaron con categoría Genscowski y Salazar con 29 puntos (11+4+7+7), gracias a notables atajadas de tres y cuatro. Segundos fueron Alvaro Brito y Patricio Rodríguez en Araucano y Sin Remate con 13 (7+0+1+5); terceros, Roberto Rivas y Juan Pablo Carrasco en Arreglado y Acomodada con 10 (6+4-3+3); cuartos, Raúl Florín y Nelson Medina en Don Tito y Don Tulio con cuatro (2+0-1+3); y quintos, Gastón Gómez y Marcelo Guerra en El Colchagüino y Curicano con tres (3+2-1-1).
Mientras los campeones se abrazaban, el último toro no quería irse y se paseaba de un lado a otro. Así que el mismísimo Marco Millán y su compañero Alvaro Morales asumieron la misión de correrlo y mandarlo a corrales.
Millán y Morales se quedaron por pun puntito fuera del cuarto animal.
Acevedo así lo narraba: "Dos puntos buenos", cuando salieron del apiñadero; "cero punto, no fue culpa de ellos, sino del toro", cuando el novillo hizo una tijera en la cancha; "dos puntos raspados", en una atajada; "cuatro puntos buenos", exclamó, cuando el jefe ahora sí acertó plenamente; "eliminados por tomarle la cola al novillo", no hay más que agregar; y finalmente "carrera corrida: 13 puntos buenos", generando aplausos y risas de todos los presentes.
Los capataces del rodeo fueron fueron Santiago Castro y Sergio Salinas.
Los capataces
Después vino la premiación y un suculento almuerzo preparado por Mauricio Acevedo, de la Asociación Cordillera, donde los jurados entregaron galardones a los colaboradores de este evento.
Después del rodeo, nada mejor que un sabroso almuerzo.
Un aspecto emotivo fue el agradecimiento que se hizo a nombre de Andrés Sarabia, por la ayuda recibida tras el terremoto.
Las reacciones terminada la fiesta
Max Genscowski humildemente dijo sobre su triunfo que "las cosas se dieron, se presentaron los toros, corrí con un compañero espectacular, qué más pedir, se dio todo muy bien".
"Traté de ponerme a la altura para que la diferencia no se note tanto. Feliz de correr con Salazar, siempre corro con él", agregó.
Sobre la diversión que se vivió en Catemito, señaló que "está muy bien, si este rodeo lo tomamos con humor, un rodeo para entretenernos y ese es el objetivo, venir a pasarlo bien, disfrutar de nuestro rodeo, que es el único evento que tenemos para compartir todos los jurados. Un abrazo a todos los compañeros, porque nos esforzarnos para realizar este evento".
Gastón Salazar, por su parte, manifestó que "es bueno el compañero, nosotros entramos al cuerpo de jurados juntos, así que desde el primer año siempre corremos juntos. Hemos salido terceros en otros y ahora anduvimos mejor, se nos dio la suerte. Los caballos se los consiguió él, son de un amigo suyo; los toros muy buenos, agradecer a los organizadores, muy contento".
"Nos salieron los cuatro toritos buenos, supimos aprovecharlos, así que súper contento", añadió.
"Esto es súper simpático. Repito mi agradecimiento a los organizadores, otras veces lo hemos hecho en Cordillera y todos los años resulta muy bonito, nos juntamos una vez al año a relajarnos y compartir", concluyó Salazar.
Y uno de los importantes invitados, Cristian Moreno, tesorero de la Federación del Rodeo, también entregó su opinión sobre esta jornada.
"Muy buena, creo que es una buena forma de empezar la temporada, para que vayan nivelando el pulso y vean como se ve al otro lado también. Son muy buenas estas actividades, porque sirven para afianzar el cuerpo de jurados y trabajar mejor en la temporada", consideró.
"Los dueños de casa siempre se portan muy bien. Esta medialuna es muy central y estamos muy bien atendidos", dijo respecto a la invitación para participar de este evento.
Y será hasta el otro año, cuando los jurados dejen la caseta de nuevo para subirse a los caballos y tratar de predicar con el ejemplo.