Murió Margot Loyola, una maestra de la Chilenidad
Por Grupo Palomar Chile
A través de este comunicado se informa al país que en fecha 03 de agosto, a las 20.50 horas, dejó de existir, a la edad de 96 años, la investigadora e intérprete de nuestra cultura tradicional MARGOT LOYOLA PALACIOS. La reconocida artista que fue premiada con el máximo galardón que da el estado Chileno, fue maestra de maestros y al igual que otras connotadas mujeres dedicó su vida al rescate y difusión de nuestras manifestaciones.
El velorio de la destacada investigadora se realizará en el Centro Cultural Palacio La Moneda, lugar donde el pueblo chileno podrá rendirle homenaje a la que es considerada la maestra de Chile. Sus restos serán cremados en una ceremonia íntima, en el Cementerio General, donde asistirán su marido Osvaldo Cádiz, sus familiares y amigos más cercanos.
MARGOT LOYOLA nació en Linares el 15 de septiembre de 1918, fue la mayor de cuatro hermanos (Ruth Estela, Juan Recaredo y Marco Aurelio). Es con su hermana Estela, con quién Margot forma el dúo Las Hermanas Loyola.
Su padre, Recaredo Loyola, fue criador y apostador en las peleas de gallos, comerciante, aficionado a las chinganas y amante del canto tradicional. Su madre, Ana María Palacios, fue una de las primeras farmacéuticas en Chile, amante de las bellas artes, la filosofía y la pintura.
En sus inicios las Hermanas Loyola ganaron un concurso en la radio Pacífico, en Santiago, lo que impulsó la carrera del dúo. Después de mucho esfuerzo realizaron sus primeras grabaciones llevándolas al éxito y giras por todo el país.
Junto a Estela, Margot fue pionera en la interpretación del canto y el uso de instrumentos de pueblos originarios, especialmente el Mapuche. Es así como el canto de los pueblos originarios, encuentran en su voz una aliada para dar a conocer su acervo cultural.
En el rescate y difusión del patrimonio tradicional de Chile, el de los pueblos originarios es uno de los más trascendentes, destacan la canción de machi y cantos ceremoniales mapuches, así como cantos de origen precolombino del Norte Grande y que son compartidos con países limítrofes. Algunos cantos ancestrales de la cultura rapanui, así como otros modernos como el sau sau y el tamuré, son difundidos en el continente por Margot.
"Para estudiar el folclor se necesita rigor, profundidad, estudios, respeto, conocimiento, modestia. El folclor va siempre callado, lento, profundo… es como un secreto". (Margot Loyola)
Desde su infancia sintió la cercanía con el canto tradicional, oído primero de su madre y luego de las cantoras, que homenajeaban al Niño Dios de los pesebres en las casas patronales cercanas a Linares. De esa época queda en su memoria antiguos cantos de los pueblos de Rari, Panimávida y San Antonio, villorrio de los alrededores de Linares.
El contacto con el musicólogo Carlos Isamitt y el repertorio que éste le entregara, así como también su cercanía con el estudioso y maestro de la Universidad de Chile Pablo Garrido, quien la orientó en las transcripciones musicales de la música vernácula y en la observación de las danzas tradicionales, pero con una perspectiva antropológica, despertó en Margot Loyola el interés por la investigación, esto le hace replantear su quehacer artístico.
En 1944, la Universidad de Chile tomó contacto con las Hermanas Loyola, para incluirlas como intérpretes en la antología discográfica Aires tradicionales y folklóricos de Chile.
Falleció la maestra Margot Loyola, folclorista y académica UChile. Aquí resumimos su legado http://t.co/0PIgeyLP68 pic.twitter.com/SOoeNZsn34
— Universidad de Chile (@uchile) agosto 4, 2015
En 1949, Margot inicia su carrera como docente, que se consolidó cuando fue llamada a participar en las Escuelas de Temporada. Ahí realizó cursos prácticos en la enseñanza de las expresiones folclóricas conocidas hasta esa época.
De estos cursos dictados por todo el país e impartidos principalmente a profesores normalistas, surgen importantes intérpretes e investigadores de la cultura tradicional chilena.
Margot Loyola realizó su trabajo académico por algo más de cuatro décadas. Luego de trabajar por catorce años en la Universidad de Chile, en 1972 comenzó su labor en la Universidad Católica de Valparaíso. En esta casa de estudios dictó la cátedra de folclor para las carreras de Educación Musical, Licenciatura en Ciencias y Artes Musicales y Educación Física.
Las publicaciones son también parte central de su producción. Margot escribió cuatro importantes libros. También es autora de gran cantidad de artículos publicados en distintas revistas, entre las que podemos contar la Revista Musical Chilena de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
"Siento un drama, porque no veo a este país como quisiera, veo que mi tierra es tan linda, que los chilenos son tan capaces, pero no sé porqué no llega la idealización, donde todos estemos en un mismo nivel, teniendo cada uno lo que se merece". (Margot Loyola)
Margot compartió con diversos personajes de la historia política y cultural de Chile, siendo testigo de gran parte del siglo XX y, por su puesto, con su querida comadre Violeta Parra, cuyo primer encuentro se produce en 1952, entre una Margot Loyola, ya conocida por su labor de intérprete y docente, y una Violeta Parra que comenzaba su carrera como solista. En este encuentro, Margot vio en Violeta el talento de una creadora genuina, por lo que le ayudó a buscar espacios.
En 1955 Pablo Neruda invita a Margot Loyola a participar en un recital en el Teatro Municipal de Viña de Mar. Margot interpreta temas de distintas áreas culturales de Chile y Neruda le entrega los textos de las Cuecas a Manuel Rodríguez: Vida, Pasión y Muerte, que Margot las musicaliza y las canta por primera vez en este recital.
"Amanezco cantando. Yo sueño cantando. Tengo todas mis melodías dentro de mí y las siento en cada momento. Todo va dentro, junto con los paisajes, todo eso está en mí". (Margot Loyola)
Iniciada la década del '40, las Hermanas Loyola graban su primer registro para el sello RCA Victor, un single con dos tonadas: Moliendo maíz (letra de Cristina Miranda) y Las trenzas de mi huasa (letra de Manuel Aranda),a ambos temas musicalizados por Margot Loyola. A comienzos de 1950 Margot sigue su carrera como solista y artista de RCA e incluye repertorios no considerados en la interpretación de la música tradicional, como son los cantos mapuche y rapanui.
En su primera gira a Europa, Margot graba para RCA dos discos. En París además participa en La corbata, una película de mimos, dirigida por Alejandro Jodorowsky. También graba dos discos para Mezhdunarodnaya Kniga, en la URSS, y un disco para Electrorecord en Rumania.
En 1972, grabó en DICAP Canciones del 900, una producción con música de Luis Advis. En este trabajo, Margot muestra una faceta poco conocida: la interpretación de música popular. Ya en los '90 y en el novedoso soporte de disco compacto, se reeditan sus antiguas grabaciones. Con Sony Music graba su álbum Siempre Margot, su último trabajo con un sello discográfico.
En años posteriores y ante la falta de interés de las discográficas, realiza producciones particulares, que generan dos importantes álbumes: "Legado musical inédito de un Premio Nacional de Arte y Otras voces en mi voz".
"He sido profeta en mi tierra, porque me siento muy querida por toda la gente... y no es por mí, es por nuestra música, por la música de nuestro pueblo, de nuestra tradición, porque se sienten identificados de alguna forma con lo chileno". (Margot Loyola)
Es Doctora Honoris Causa de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y de la Universidad Arturo Prat, en Iquique. En julio de 2014, la Universidad de Talca le entregó la Medalla Abate Juan Ignacio Molina.
En Chile recibió más de doscientos reconocimientos, premios y medallas, entre las cuales podemos mencionar A lo chileno. Es Hija Ilustre de Linares, Valparaíso, Codegua, Navidad y Pica. En tres oportunidades se le entregó el Premio APES; y en dos ocasiones el Laurel de Oro. También obtuvo el Premio Altazor. En el extranjero, por su labor de intérprete, investigadora y maestra, ha recibido numerosos premios, tales como: la Cruz de Comendador de la Orden de Boyacá, entregada en Colombia, y el Premio Alicia Moreau de Justo, en Argentina.
En septiembre de 1994, Margot Loyola fue distinguida con el máximo galardón dado en nuestro país, el Premio Nacional de Arte, siendo la primera mujer que recibe este reconocimiento en el campo musical.
Folclorista galardonada con Premio Nacional de Artes Musicales en 1994. Hasta siempre Margot Loyola pic.twitter.com/cnREApvGCH
— Ministerio Educación (@Mineduc) agosto 4, 2015
El Premio Nacional de Arte entregado a Margot Loyola tuvo una repercusión para la música y la identidad chilenas. En palabras de Margot: “Con este premio hemos ganado alegría para mucha gente […] hemos ganado credibilidad y reconocimiento de gente que no valoraba nuestra labor”.
Sus últimas palabras fueron: “La música de mis tonadas, los arpegios de mi piano y una palabra de amor en cada chileno. Es lo que quiero dejar en mi partida”.