Carta de la Confederación del Rodeo Chileno
Estimados Amigos Corraleros
En primer lugar, queremos reconocer a todo el mundo rural, a todo el mundo huaso, a todos quienes comparten nuestras tradiciones chilenas, por ponerse alertas y contribuir a defender nuestro deporte nacional y nuestra cultura.
Hemos entendido que no basta con reaccionar ante los ataques de los cuales está siendo víctima el rodeo, sino que debemos activarnos para hacer entender de manera positiva a la sociedad nuestra posición, el valor que tienen nuestras tradiciones y que podemos convivir con chilenos que piensan distinto.
Lo primero es entender que las posiciones más extremas solo vienen de un sector minoritario de la sociedad, por lo que nosotros no podemos caer en una discusión inútil con quienes no nos quieren escuchar.
Por el contrario, lo que debemos hacer y estamos haciendo, ya con señales positivas de respuesta, es hablarle al conjunto de la sociedad chilena, exponerle que sí tenemos prácticas de cuidado animal, que nuestra actividad no es solo lo referente al rodeo, sino todo lo que abarca, con las actividades artesanales y productivas, con las disciplinas veterinarias, de crianza animal, de rescate y proyección de nuestras tradiciones chilenas.
De esta manera estamos dando cuenta al país de que somos parte de un ecosistema social, antropológico, patrimonial, cultural y económico que encadena un sistema muy amplio de actividades, en el que participan un número muy importante de ciudadanos, una buena parte de los cuales obtiene sus ingresos de estas actividades.
Debemos seguir trabajando para unir mundos, no para separarlos, entendiendo que al Chile urbano le cuesta comprender y apreciar las costumbres y alegrías del Chile rural. Debemos ser constructivos, haciendo ver que nuestras tradiciones son justamente lo que nos diferencia y nos entrega valor en un mundo cada vez más globalizado.
Solo algunos conocieron la FISA, entidad que mantuvo vivo el campo chileno en el área metropolitana. Es por esto que la Federación del Rodeo Chileno estuvo en agosto pasado en la gran Feria Rural de Palermo de la ciudad de Buenos Aires, con el objeto de buscar experiencias, modelos y conocimientos, como parte de este trabajo para lograr algo permanente, organizado y planificado, que una al mundo rural y urbano como lo hacen nuestros hermanos argentinos.
Si queremos integrar estas distintas visiones de Chile, debemos necesariamente dirigirnos y encantar a las familias. Esta es la única manera en que podemos seguir avanzando para lograr resultados concretos en el mediano y largo plazo.
Esto requiere planificación y organización estructurada para lograr el éxito. Otro camino nos llevará al fracaso.
No podemos caer en lógicas reactivas, ya que pueden tentar la agresión de otros y exponernos aún más ante quienes no estén dispuestos a razonar. Por el contrario, debemos seguir trabajando dentro de las vías institucionales, con la unidad de todas nuestras organizaciones. Eso es lo que nos dará fuerza, lo que nos permitirá llegar al alma buena y razonable de la gran mayoría de los chilenos y chilenas.
Buscar ejercer medidas de presión, es un camino completamente válido, pero siempre y cuando esté dentro de una estrategia en que cada acción tiene su forma, su tiempo y su organización.
Puedo expresarles con gran satisfacción que obtuvimos una importante comprensión en la Cámara de Diputados en las exposiciones que se han realizado, precisamente porque logramos entregar un mensaje de unidad, de representación de un mundo de tradiciones, amplio, diverso e incluyente, como es el que rodea la actividad huasa.
Les hicieron sentido a varios de ellos nuestros argumentos, logrando un apoyo transversal, independiente de las distintas corrientes políticas.
Ese el camino que debemos seguir recorriendo, fruto de un trabajo bien pensado, bien planificado, bien estructurado, donde participaron los diversos estamentos con los que cuenta nuestra Federación y las otras organizaciones huasas.
Una acción distinta, fuera de esta línea de trabajo, podría verse como una provocación, subiendo más la temperatura, atrayendo la acción de personas violentas en nuestra contra, exponiéndonos a una discusión pública lejos de la racionalidad de la que necesitamos.
La prudencia siempre es necesaria, como lo es dentro de nuestra cultura nacional. No podemos arriesgar a nuestras familias, amigos y a nuestras organizaciones amigas a exponerse a una manifestación que no nos entregue las garantías necesarias.
Sigamos buscando el diálogo, la exposición legítima de nuestras posiciones, visibilizando con nuestra actividad en todo el país (en especial en las grandes urbes, como lo son Antofagasta, Valparaíso, Santiago, Concepción, entre otras) que somos una tradición familiar, comunicando en los distintos espacios públicos la responsabilidad que nos identifica y ante la cual estamos comprometidos.
Bajo esa promesa fuimos elegidos directivos y bajo ese marco seguiremos trabajando por nuestro querido deporte.
Para terminar, quiero agradecer a nombre del Directorio y el propio, el apoyo irrestricto de todos los Presidentes de las Asociaciones del país corralero, quienes con responsabilidad, prudencia y cautela han expresado sus inquietudes para permitirnos tomar la mejor decisión en nombre de nuestro rodeo.
Quiero entregar un especial agradecimiento, por su continuo apoyo, a toda la Confederación del Rodeo Chileno y a todos sus Presidentes y Directores, quienes siempre han actuado con altura de miras en cada una de las decisiones que hemos tomado. Su corazón huaso está intacto.
Es a partir de este panorama que hemos decidido solicitar a la Intendencia Metropolitana y a los organizadores, quienes nos han invitado a esta marcha, el podernos reunir a la brevedad, para tomar una decisión definitiva que recoja todas las inquietudes expresadas y que cumpla con los objetivos que espera todo el país corralero el bien de nuestro rodeo.
Se despide con un gran abrazo a todo el mundo corralero,
Confederación del Rodeo Chileno