Leonel Soto, la despedida a un recordado hombre del Rodeo

Por Enrique Gutiérrez y Pamela Lara

El sábado 4 de junio se realizó el funeral de Leonel Soto Ortiz, destacado corralero, dirigente y jurado que falleció el viernes 3 en Miraflores, comuna de Longaví, donde residía.

El sitio www.rodeolinares.cl hizo un repaso por su trayectoria, fuertemente ligada a la Asociación de Rodeo Chileno de Linares, donde participó como jinete, criador y dirigente, siendo su presidente y también timonel del Club Longaví.  

Como jurado, Leo Soto, como era conocido, estuvo en varias Finales del Campeonato Nacional y no solo eso, sino que además estuvo a cargo del Cuerpo de Jurados de la Federación del Rodeo, a fines de la década del '80, como su primer gerente e instructor.

Soto también es recordado por su sabiduría, generosidad y humor característico en las jornadas corraleras, por haber sido alcalde de Longaví a comienzos de los '90 y por descubrir a la gran cantora de rodeos Mirtha Iturra, como lo recordó Pedro Agurto, citado en la nota escrita por Enrique Gutiérrez y Pamela Lara.

"Entre todos sus logros, Leo también descubrió a la mejor cantora de Rodeos de Chile, porque allá por el año 87 me comentó que en un lugar que no recuerdo había disfrutado con la voz de una cantora a quien no había visto en ninguna medialuna del país, y que tenía deseos de invitarla a cantar a algún rodeo de la Asociación nuestra (Linares). Así lo hizo, la trajo a un Interasociaciones de Longaví y allí todo el público quedó maravillado con esa voz que entusiasmó tanto a nuestra gente y que motivó que muchos clubes la contrataran para venir a los rodeos de nuestra Asociación", narró Agurto.

"Su fama fue creciendo y se multiplicó por todo el territorio nacional. Estamos hablando de Mirta Iturra Bernales, quien recibió gran apoyo de esta Asociación para llegar por primera vez a cantar a Rancagua en el año 1990, escenario donde logró un éxito rotundo durante un cuarto de siglo, retirándose  en el Campeonato del 2015", agregó.

La despedida de Leo Soto dejó a la Asociación Linares y al Club Longaví sin una de sus figuras emblemáticas, pero con un recuerdo que permanecerá imborrable tanto en sus familiares como amigos corraleros.