Mario Puchi, un criador de dos tierras
- Reportaje recopilado de la sección de las Asociaciones del Anuario de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena de 2018.
Nacido y criado en Aysén, Mario Puchi es nieto de un colono que llegó a comienzos del siglo XX a la zona de Valle Simpson, por lo que su ligazón con el campo es innata, y aunque sus estudios universitarios y su trabajo están relacionado con el mar, ese bichito del que hablan muchos hombres de a caballo le picó y hace casi 15 años formó el Criadero Las Peñas del Valle, el cual se divide en dos campos, uno en su natal Patagonia y otro en Puerto Fonck, a orillas del Lago Llanquihue.
"El amor por el campo es una tradición familiar", comienza diciendo Puchi antes de entusiasmarse con su historia de vida.
"Mi abuelo, Etelviro Puchi, llegó a Aysén en los años 20, y siempre fue un ganadero, y estuvo ligado al campo, al caballo y al rodeo, al igual que mi padre, Humberto Puchi, quien fue fundador del Club de Rodeo Cochrane en una época donde si uno no sabía andar de a caballo, no aprendía ni a leer ni escribir, así es que siempre estuve ligado al campo y al caballo, porque era el vehículo que uno tenía para moverse", cuenta.
"Mi abuelo se afincó acá en la zona de Valle Simpson, y mi padre después se fue a Cochrane en los años '50. En ese tiempo no había carretera austral, no habían caminos y la única forma de llegar era por avión, y moverse en la zona era de a caballo, así es que me críe así, pero por esas cosas de la vida estudié una carrera universitaria que no era ligada al campo, si no que al mar, pero siempre estuvo el bichito del campo, sobre todo cuando volvía a pasar mis vacaciones acá, así es que ya después de educar a sus hijos, uno empieza a motivarse con las cosas se dejan de lado y ya pasados los 50 años quise retomar el tema y nada mejor que de correr en vaca, y es así como nace el criadero", añade don Mario, quien tiene la particularidad de moverse entre Aysén y Llanquihue constantemente.
"Cuando comencé a correr, compré caballos que ya estaban corriendo, pero también compré algunas líneas del Custodio, porque siempre en Puerto Montt escuché mucho nombrar a Marcelo Redlich, que fue dueño de este potro, y también compré yeguas al Criadero Santa Teresa, de don Recaredo Figueroa, y así fui armando el Criadero. Originalmente se iba a llamar Las Peñas, porque es el nombre del campo que tenía mi abuelo, pero cuando lo fui a inscribir, me lo rechazaron porque ya había otro, así es que le agregué 'del Valle'", cuenta Puchi, quien hace unos años tuvo la oportunidad de debutar en Rancagua.
"Tengo dos campos, uno en Las Peñas, en Valle Simpson, y otro en Puerto Fonck, donde tengo de todo, incluida una medialuna y tener todo esto es una gran satisfacción, porque he ido a varios Clasificatorios, y hace un par de años atrás fui a Rancagua aunque con caballos comprados", añade don Mario, quien quiere completar el ciclo de la crianza y asistir con sus productos a exposiciones, algo que dejó un poco de lado.
"He tenido suerte en la crianza, porque las primeras yeguas eran muy funcionales, sin mucho sello racial, pero me han servido. Después con el Consentido he tenido yeguas buenas y con sello. Tuve la suerte de encontrarme con gente como Ricardo de La Fuente, que siempre me ha aconsejado mucho, y me prestó montas del Estrellero; con la gente del Laderas del Llanquihue también tengo facilidades; y por esas cosas de la vida, de Peleco me regalaron montas del Romario, así es que siento que he caído bien en el mundo corralero y eso me ha ayudado a ir mejorando", cuenta el criador aysenino.
"Partí hace un par de años a exposiciones, y llegué don dos yeguas a la Expo Nacional, y una yegua baya, la Bochinchera, fue tercera en su categoría, pero después no volví a participar, así es que me gustaría retomarlo", completó.