El orgullo de la crianza en Santa Catalina de La Higuera

- Reportaje recopilado de la sección de las Asociaciones del Anuario de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena de 2016.

Hace poco más de 20 años, Osvaldo Droguett se las ingenió para comprarse un par de caballos que le permitieron comenzar con un sueño que arrastraba desde niño, cuando acompañado de su padre salía a cabalgar.

Fue así como dio vida al Criadero Santa Catalina de La Higuera. "Este criadero nace justamente en el sector de La Higuera, en la zona de Graneros y lleva el nombre de mi hermana. Nace con una yegua madre, la Guaquicura Luminaria, que es hija del Galante, que a su vez es hijo del Ajiaco y que por abajo es hija de la Indiana, que es La Trilla. Tuvimos crías de esas yeguas, y después nos conseguimos un potro con don Orlando Cádiz, que tenía un hijo del Escorpión en una madre Campero y ahí tuvimos otras tantas crías, y también le pusimos potros de buena clase, y hasta el momento todavía tenemos dos crías de esas yeguas, que vendrían a ser las hijas de la fundadora", cuenta con orgullo Droguett.

"Nosotros estamos criando desde el año 1997, y también hemos introducimos más yeguas: La Destacada, una hija del Dirigente en madre Escándalo; y la Esquiva, una hija del Ermitaño en una madre del Estante. Estamos criando con mi padre, y la verdad es que estamos bien conformes, porque pese a ser un criadero más bien pequeño, hemos tenido buenos resultados, básica-mente en rodeos", añade.

Cuenta que los rodeos ocupan buena parte de su objetivo, aunque apunta a mejorar su crianza y comenzara sacar caballos para exposiciones.

"Estamos corriendo caballos nacidos de la yegua fundadora, por la calidad de su sangre, y este año pudimos sacar caballos nuevos de seis o siete años, lo que es una bonita experiencia para nosotros. Hay mucho sacrificio detrás, y estar corriendo caballos de uno, es reconfortante para mí y para toda la familia", comenta.

"Corrimos el Aventurero, que es hijo del Tololo, y además corrimos juntos con mi papá. Eso lo hace mejor aún, y aunque no salimos a correr mucho, sí tenemos buenas sangres con descendientes del Bellaco, del Plebiscito, del Escorpión", agrega.

"La morfología es importante para nosotros, nos gusta criar para correr, pero creemos que con lo que tenemos, podemos trabajar aún más en eso. Sobre todo con un potro que tenemos, que es hijo de Lo Miranda Candil, es precioso, de mucha estampa, y la verdad es que tiene buena estructura, y creemos tiene buen futuro", finalizó.