Guillermo Barra sigue firme: Para la Rienda tengo una yegua que se ha visto bien

Campeón Nacional de Rodeo el año 1986 junto a Hugo Cardemil en Salteador III y Pensamiento, Guillermo Barra Leiva es también un destacado exponente del Movimiento a la Rienda, siendo el 2018 el último año que llegó a la Final de la Rienda en Rancagua, con el ejemplar Torero, totalizando 50 puntos. Actualmente, en este marco generado por el Covid-19, se mantiene de acuerdo a las prevenciones sanitarias, trabaja caballos y también tiene en la mira un nuevo ejemplar para seguir mostrando su calidad en dicha disciplina.

Así lo comentó en diálogo con Caballoyrodeo.cl. "Hemos estado afectados en un principio por la pandemia. Estuvimos en cuarentena semanal en Curicó. Yo vivo ahí; trabajo medio día con otro empresario y me daban un permiso para poder salir de Curicó. Y el fin de semana me tengo que quedar en casa. Gracias a Dios no hemos tenido problemas de salud con la pandemia hasta aquí. Ya tenemos varios abriles y hay que cuidarse", manifestó.

En cuanto al trabajo con caballos, labora en dos frentes, tanto en su Criadero Guibalei como en el Criadero Don Gary, de Eduardo Pinochet.

"Yo sigo con mi Criadero Guibalei, pero con muy pocas yeguas de crías; me dediqué más a comprar caballos de cuatro, cinco años, ya que por la edad mía no quiero esperar una crianza. Prefiero preparar caballitos comprados en remates. He comprado caballos de buena clase y ahí vamos. En mi Criadero yo estoy reproduciendo una sola yegua. Se llama Rebelión, es criada mía, hija del Lamentado en una yegua de la  Pachanga que viene del Arriero", informó.

"Esa es la única yegua de cría que tengo por el momento.  He comprado otras de seis, siete, ocho años, para encacharlas un poquito y venderlas. Es más corto el trámite que en la crianza. Aparte que los campos están chiquititos; que hay que tener animalitos para poder vender. Entonces, si bien es cierto que el caballo tiene su precio, éste vale cuando se lo compran. El vacuno usted lo lleva a la feria y sabe más menos en cuánto lo va a vender. El precio que vale un caballo es el que le pagan, lo que uno pide es distinto. Pero en cambio el vacuno tiene su precio más menos fijo. Eso es como más rápido  y está la plata de inmediato. Entre preparar un caballo y que alguien se lo compre, puede pasar un año y medio. Y si a uno lo ven apurado por venderlo, le van a ofrecer menos de lo que vale", enfatizó.

"Además, tengo que ver con lo que se está haciendo en otro Criadero, que se llama Don Gary y es de mi compañero Eduardo Pinochet. Allí priorizamos comprar cinco yeguas de cría; a esas les estuvimos sacando embriones y haciendo el cuento corto, en  cuatro o cinco años llegamos a 38 más menos. El año pasado, en marzo, sacamos a la venta todas las yeguas de cría antiguas y dejamos los puros productos nuevos. Las yeguas nuevas son del Flagelo, del Adjunto, del Ronaldo y del Caballero. Son los cuatro potros a los que les sacamos embriones y otras se preñaron directo. Ya tenemos hijos del Ronaldo que se están topeando y otro del Augurio, ya que venía una yegua preñada", añadió.

Agregó que en el campo ubicado en el fundo Collihuay, en Romeral, donde está su Criadero, han estado dedicados a los caballos nuevos, de los cuales tienen varios.

"Así que hemos ido rotando, cada 15 días una pasadita a los que están más avanzados. Luego vamos cambiando por otros y así hemos pasado la pandemia. Trabajo junto con Nelson Rojas y vamos matizando. También estamos instalando unas pesebreras nuevas, así que estamos un poquito como gitanos, con unos pocos caballos aquí y otros pocos en otros lados. Pero a medida que se ha ido afirmando el tiempo, ya hemos tenido algo más claro y que luego podremos cambiarnos a las pesebreras nuevas", expresó.

Pensando en la Rienda

"Para el Movimiento a la Riendo tengo en vista una yegua que se ve bien. Pero lo sabremos cuando partan los rodeos. Lo veo medio difícil el tema", dijo y acotó que a los clubes "se les va a complicar la cosa. También va a depender de la zona en que estén y si el ganado está cerca. Así que creo que la Zona Sur va a tener mucho más rodeos que en la zona nuestra, donde ya es prácticamente frutícola en su totalidad. Quedan pocos campos donde criar ganado y cuesta mucho arrendarlo y traerlo de otros lados".

Pero volviendo a la yegua candidata a ser movida por don Memo en futuras competencias, añadió: "Es hermana de otra que tuve yo con Nelson Rojas el año pasado. En la que Nelson Rojas llegó el 2019 era la Catita; ésta se llama Caturra. Son todas hijas del Cato; por eso se llaman así. El potro ha dado varios campeones y yo era dueño de un cuarto del caballo; los otros dueños eran Iván Ortiz, Chiqui Navarro y Jaime Poblete. Lo compramos entre cuatro; yo le saqué tres crías y regalé dos montas  a un amigo. Ya falleció el Cato, pero con lo que quedamos estamos bien".

"La Catita la vendí, se la llevaron para la Rienda, le gustó a una señora, el marido la corrió y se dio vuelta en ella y se fracturó una costilla. Me ofreció que yo la trajera de vuelta para esta temporada, pero le dije que no porque estábamos muy encima para haberla clasificado", aseveró.

"Así que vamos a preparar esta otra, que es hermana de la misma línea. Esta Caturra se clasificó también el año pasado; era un poquito más nueva. Pero tuvo una lesión antes de los Clasificatorios y no la hice participar. Así que ahora vamos a ver, si es que tenemos rodeos, aprovechar de entretenernos con ella", aseguró.

"Eso es la realidad del huaso y uno se encariña. Yo soy ya tercera generación con este tema; primero mi abuelo, luego mi papá y ahora yo. Están los hijos míos y tengo un puro nieto hombre, las otras son niñitas. Así que es de esperar que la dinastía Barra no falle; que siga funcionando y tirando para adelante. Y aprovecho de mandar un saludo a la afición corralera. Que los viejos se cuiden", cerró.