Criadero Belén, pasión por el Rodeo

Por www.rodeolinares.cl

Pedro Agurto Domínguez, es propietario del conocido Criadero Belén. Su historia en el rodeo y el de su criadero ubicado en Yerbas buenas nos dan vestigio de un hombre con real pasión por el rodeo. La trayectoria de Agurto trasciende a otras generaciones y ha tenido el honor de ser presidente del club Yerbas Buenas, secretario general de la Federación del Rodeo y parte del Cuerpo de Jurados. Su gran pasión: Los Caballos.

Sobre por qué el criadero se llama Belén, Agurto nos cuenta que "el criadero se llama así, básicamente por ahondar en los recuerdos debido a que el campo de mi padre se llamaba de igual forma en Cauquenes".

Mencionó también que "a los 16 años comencé con la crianza de mi primera yegua regalada por mi padre llamada La Sursulita. La segunda yegua que tuve, se la compré en Cauquenes al papá del 'Tallo' Cortez; con esa yegua partí criando, pero no me acuerdo bien de su sangre. Posteriormente, por trabajo me trasladé a la zona de Linares, pero seguí ligado al rodeo y con mi criadero en Cauquenes por unos 3 años más, hasta que pasado los años setenta me vengo con camas y petacas a Yerbas Buenas".

Respecto a los mejores caballos que ha corrido,  don Pedro no tuvo dudas en responder, "el Cutrán y el Charchalero. Con ambos llegué a Rancagua y con el Cutrán incluso me gané una Serie de Campeones. Este caballo me lo regaló de potrillo don Jorge Lasserre y fue arreglado por don Segundo Tamayo".

Agregó que el Cutrán "era muy rápido, muy atajador, pero no le gustaban las espuelas. El Charchalero era sumamente rápido y dócil".

Su época de oro fue cuando corría el Gorgoriko y Cutrán con don Roco Morales…

"Muy bonitos años, además de correr con un amigo. Éramos tan amigos que cuando ganamos la serie en Rancagua, yo había partido corriendo muy mal, y me llamó la atención que se las tenía que poner al caballo  -ríe -, así era la confianza que nos teníamos con Roco".

Contó además que "moriré en esto del rodeo…. con el accidente que tuve años atrás, en vez de darme susto, me dio más fuerza para seguir. Incluso corrí un par de rodeos después para 'matar el chuncho'. Y el criadero es mi vida,  Belén es la pasión que siento pe el rodeo y el caballo chileno".