Anuario de 1987: Las Décimas del Huaso
En el Anuario de 1987 de la Federación del Rodeo Chileno fueron publicadas estas décimas del Huaso Mario González dedicadas a la gente de campo, el rodeo y los aperos.
Revisa la transcripción de la nota:
De lo más profundo de su ser, con ese acento campesino que le viene de las entrañas de su tierra natal Las Cabras, el conocido –y ahora internacional- Huaso Mario González dedica sus tradicionales y conocidas décimas al rodeo, su gente y sus aperos.
I
GOTITAS CRIOLLAS
Como soy huaso chileno
quiero cantar a mi tierra,
a este Chile que se aferra
a mi corazón, en pleno,
entre los hombres soy bueno
pa' entregarle mi pasión
y así sembrar el amor
por esta patria querida
que para mí es la vida,
la cordura y la razón.
II
LA CARRETA
Como en el tiempo, olvidada,
la carreta va marchando,
y en su huella va dejando
una etapa ya pasada.
Eran otras alborotadas
cuando en el campo ella avanza
y el carretero le canta
a los bueyes, voz en cuello,
"Dale silencio y resuello"
que el progreso nos alcanza.
III
ESPUELAS
Como el agua cristalina
que entre las peñas se cuela
van sonando mis espuelas
alegres y cantarinas;
sus rodajas, joyas finas
que rompen toda calma,
le ganan hasta a las palmas
con su tintinear de alerta
y en el medio de una fiesta
de la cueca son el alma.
IV
EL CABALLO
Es mi caballo, señores,
inscrito y de pura sangre,
y sin hacer ni un alarde
su alzada es de los mejores,
sus ojos son resplandores
más brillantes que luceros
y ¡como a nadie lo quiero!
porque sabe responder
cuando me toca correr
en medialuna potrero.
V
EL RODEO
Ya llenan la medialuna
las mantas multicolores,
pa' los diestros corredores
el rodeo es la fortuna,
no hay comparación ninguna
a este deporte chileno
y el huaso corriendo a pleno
suele hacer buena atajá
pa' que griten…: ¡verijiá,
cuatro puntos son los buenos!
VI
EL CHAMANTO
Este chamanto, señores,
es el orgullo del huaso,
pues, simboliza en sus trazos
sus penas y sus primores
es su tejido de amores
alegre como un chirigüe,
es fresco como el copihue
y nace esta joya hermosa
de las manos laboriosas
de una mujer en Doñihue.