Anuario de 1993: Jorge Martínez Salinas, retrato de una voz
El equipo del Anuario de 1993 de la Federación del Rodeo Chileno realizó una entrevista a Jorge Martínez Salinas, destacado secretario del deporte corralero, con enorme experiencia en el Campeonato Nacional.
Revisa la transcripción de la nota:
Jorge Martínez Salinas
Retrato de una voz
Por 31 años ha estado al servicio del rodeo oficiando como Secretario del Jurado de los Campeonatos Nacionales. Una trayectoria que se ha convertido en símbolo, conquistando cariño y respeto. Una voz que deja huella.
Su voz inconfundible ya forma parte del espectáculo mismo de los Campeonatos Nacionales de Rodeo. No en vano, Jorge Martínez Salinas, ha sido en forma ininterrumpida Secretario del Jurado de este certamen en los últimos 31 años.
Familiarizado con el micrófono desde su infancia al igual que con el rodeo, asumió por primera vez la responsabilidad de Secretariar, allá por 1956, en el denominado Champion de Champíons con que culminaba la Exposición de Animales en la Quinta Normal.
Su acogedor hogar, ubicado en pleno centro de la ciudad de Los Andes, nos permite incursionar en la vida de este amante del rodeo y la actividad agrícola.
Su rostro se ilumina al recordar sus primeros años en esta tarea.
"En la Exposición de Animales que se hacía en el recinto Matucana, conocí a don Raúl Pavez Romero, secretario en esa época, de la Asociación de Rodeo, que era presidida por don Fernando Hurtado Echeñique. Y fue don Raúl quien me impulsó a secretariar; y el desempeño al final fue bueno, porque esa actuación me marcó y aún estoy cumpliendo esa labor"¸dice.
Precisa, que no fue casualidad aquel encuentro con el secretario de la Asociación de Rodeo, ya que "en esos años yo era funcionario de la Sociedad Nacional de Agricultura, con el cargo de inspector del ganado holandés y, por ende, debía viajar por todo el país visitando fundos y haciendas en cumplimento de mi labor.
Acodado en un sillón del living, Martínez hace un detallado análisis retrospectivo de la actividad corralera de que ha sido testigo y asegura "que en el recinto de la Quinta Normal se hacían los más grandes rodeos".
LOS COMIENZOS
"La gran mayoría de los participantes –por no decir todos- eran hombres hechos en el campo. Allí tuve la suerte de conocer y ver actuar a eximios jinetes como don Edmundo Moller, don Juan Emilio Espinoza, don Segundo Zúñiga, Tomás Célis. Igualmente, conocí a extraordinarios ejemplares de caballos criollos, de criaderos famosos como 'Aculeo', 'Curiche', 'Las Camelias' y otros que se me escapan", expresa.
Casi sin titubear y antes que alcancemos a formularle la respectiva consulta, nos entrega la "clave" de su "familiaridad" con el micrófono, al señalar que desde muy pequeño le entusiasmó la idea de amenizar las reuniones estudiantiles.
"Siendo estudiante, tanto en la escuela básica, como después en el Liceo, siempre estuve a cargo de los actos. Sin duda, ello me sirvió de base para el momento de secretariar, ya que el micrófono no me inhibía", recuerda.
Su primer desempeño como Secretario del Campeonato Nacional, fue en la medialuna vieja de Maipú, durante la temporada 1959-60, y donde se alzaron vencedores Rodolfo Galo Bustos y Segundo Zúñiga, en los lomos de "Por si acaso" y "Broche".
"Don Segundo Zúñiga ha sido para mí el huaso más extraordinario que he conocido. Un jinetazo de primera magnitud. Elegante en su estilo de montar y de gran rendimiento entre las banderas. Además, con un vasto conocimiento del caballo y su arreglo", precisa el Secretario de los 31 últimos Campeonatos Nacionales.
A PRUEBA DE RECUERDOS
También le tocó oficiar de secretario del Champion de la temporada 60-61 que de nuevo se corrió en la medialuna de Maipú y donde campeonaron Avelino Mora y Miguel Lamoliatte en "Aceitaita" y "Pluma" con 19 puntos.
La serie ininterrumpida de campeonatos nacionales en que ha intervenido se inició en San Fernando, correspondiente a la versión 1964-65 y donde triunfaron don Ramón Cardemil y Ruperto Valderrama, montando a "Manicero" y "Matucho", totalizando 22 unidades, recuerda.
El frío día otoñal, contrasta con el bien temperado ambiente que se respira en el hogar de la familia Martínez Fajardo. Y en medio de ese ambiente, hurgamos entre los recuerdos corraleros que atesora el dueño de casa.
Igual de organizado que en su vida privada, lo es también en la delicada labor de secretario. Por eso, ha sabido ganarse el apreció y la consideración de las distintas ternas de jurados con quienes ha colaborado durante todos estos años. Su prudencia para no inmiscuirse en la decisión de quienes tienen la responsabilidad de entregar los cómputos, le ha permitido mantenerse vigente en esta complicada tarea, sin ninguna objeción.
Por eso, no extrañó verlo cumpliendo el mismo cometido en el último Clasificatorio disputado en San Carlos y en los dos efectuados en Los Andes.
Martínez evoca con satisfacción que los momentos difíciles los ha sorteado sin mayores problemas. "Aunque secretariar tiene su embrujo, no deja de ser extenuante hacerlo en una jornada tan decisiva como el Campeonato Nacional. La presión del público se hace sentir. No sólo para los corredores. También para el jurado".
Acota que la fórmula de eliminación de colleras mediante el cálculo de porcentajes obliga a un al jurado a un cuidadoso análisis.
"Por ello voy anotando atajada por atajada y no doy el cómputo hasta que el jurado no se pronuncia", expresa.
Antiguamente, señala, se "cantaba" el puntaje general de la carrera cuando el novillo ya se había "ido con puerta". "Como ello –agrega- se prestó a veces para arreglines, se optó por entregar la puntuación, después de cada atajada, lo que hace mucho más fácil y liviana la tarea de jurar".
DE COSTUMBRES HUASAS
Criado en la Hacienda San Vicente, su vida laboral ha transcurrido entre la Sociedad Nacional de Agricultura, a la que aún sigue ligado sentimentalmente, y sus labores como criador y agricultor.
"Cuando me retiré de la SNA empecé a trabajar con unos dueños de criaderos. Me hice cargo de mil vaquillas argentinas. Sin embargo, y a poco andar, me dijo yo mismo, voy a trabajar independiente. Y en eso estoy. Poseo aquí en Los Andes una parcela y me dedico a la engorda de ganado. Tengo una buena producción de pasto que me permite criar. Además tengo una yegua y un potro inscrito, lo que complementa mi existencia de hombre apegado a las costumbres huasas".
Poseedor de claros conceptos, no los omite cuando sabe que ellos van en beneficio de una actividad a la que se siente estrechamente vinculado como el rodeo. Por eso es categórico al expresar que es contrario a las jornadas interminables en los Clasificatorios y los Campeonatos Nacionales.
"Soy enemigo declarado de que se corra hasta cerca de la medianoche. Sólo se debería competir hasta las 20:00 horas, porque el desgaste y cansancio para jinetes y cabalgaduras es elocuente".
Hace hincapié en que esta conclusión es fruto de la experiencia propia, en quince años como jinete activo.
Respecto a esa faceta de su vida, Martínez precisa que participó durante el referido lapso corriendo productos propios acompañado por Alberto Triviño, y su hermano Hernán.
La nostalgia es buena aliada para rememorar su trayectoria huasa y lo que ha sido su vida familiar. Casado con Adriana Fajardo, no han tenido descendencia. Sin embargo, ello no ha impedido que en su hogar se aprecie el cariño que los dueños de casa dispensan a cuantos los visitan. Y nosotros no fuimos la excepción. En ese ambiente cálido transcurrieron rápidamente varias horas y al momento de despedirnos el dueño de casa comenta que su grupo familiar lo componen además, cinco hermanos: Hernán, Yolanda, Rosa, Osvaldo y Fernando.
Finalmente y a modo de sentencia señala: "nunca he ido en busca de que me rindan homenajes. Al contrario, me ha tocado efectuar en varias oportunidades, este tipo de reconocimientos a muchos que están vigentes, y a otros que tuve la suerte de conocer y que ya han partido para siempre. Y lo hago con el afecto y la emoción que esos momentos provocan"
Sin duda los hechos lo avalan: un buen secretario tiene que dominar muchas facetas en su quehacer. Y Jorge Martínez posee el talento y la capacidad requerida., no en vano ha sido el Secretario obligado de los últimos 31 Campeonatos Nacionales de Rodeo Chileno.