Anuario de 1991: Tras las huellas de María Graham
Alberto Moreira Recchione escribió muchos artículos para los Anuarios de la Federación del Rodeo Chileno, como este texto publicado en 1991, titulado "Tras las huellas de María Graham".
Revisa la transcripción de la nota:
Alberto Moreira Recchione
Arquitecto, U. de Chile
En un día de abril de 1822 arriba a Valparaíso la fragata de Su Majestad Británica, "Doris", que traía los restos de su capitán Thomas Graham, muerto al cruzar el Cabo de Hornos.
Su viuda Mary Graham, junto con desembarcar los restos de su marido decide quedarse en el puerto, en primer lugar para reponerse del viaje y de su quebranto anímico y también por el espíritu inquieto por ese sentimiento romántico que despertaba en Europa este continente que luchaba por su libertad política y económica.
De esta manera conoció y nos describió un gran número de personajes y próceres de nuestra Independencia.
Nos entregó magníficos retratos literarios de la sociedad y paisajes de esa época y en especial sobre las costumbres campesinas de nuestros huasos, aperos y caballos. Creemos que junto con los "Recuerdos de Treinta Años" de José Zapiola, autor de nuestro Himno de Yungay, los "Recuerdos del Pasado" de Vicnete Pérez Rosales, pionero de la colonización alemana en el sur de nuestro país; el "Diario de mi Residencia en Chile en 1822" de María Graham; forman la trilogía literaria que nos permite visualizar lo que era Chile en los comienzos del siglo 19 y las características e idiosincrasia de nuestros huasos y hombres de a caballo que con pasos firmes comenzaron a estructurar la patria de hoy.
Este diario se publicó en inglés el año 1824, y fue traducido en 1902 por José Valenzuela.
SE INICIA EL RECORRIDO
La idea era revivir de la manera más fidedigna posible el viaje que la autora inglesa realiza a Santiago a través de la ruta trazada el año 1795 por el ingeniero Agustín Caballero, por orden del gobernador Ambrosio O'Higgins.
Para lograrlo, el programa de televisión "Al Sur del Mundo" solicitó nuestra colaboración. El proyecto inicial se transformó en un video que prácticamente revive el viaje de María Graham que fue televisado en su totalidad.
El trayecto duró tres días y se emplearon cuatro caballos hijos de potros del Criadero El Trapiche; HUANCA (Huila – Tejuela); CACIQUE (Zapateado – Precaución); HUIÑA (Huilla – Diagonal) y PEHUAL (Curandero – Precaución).
Entretenido y enriquecedor, fuimos recorriendo los antiguos trazados camineros (la ruta de Casablanca data de 1795). Las mayores dificultades que enfrentamos fue encontrar alojamiento y forraje para los caballos, pues como es lógico ya no existen aquellas postas de antaño. Atravesamos sectores mu parcelados con grandes casas de "estilo chileno", pero donde el paso de caballos es mal visto. Llegamos a la cumbre de la Cuesta Lo Prado cuyo paisaje tan bien describió María Graham: "llegamos a la cumbre y aparecieron Los Andes en su nevada majestad, dominando los numerosos cordones de los cerros más bajos,… los elevados cerros que rodean la ciudad y la cadena de montañas más espléndida del mundo, la Cordillera de Los Andes, coronada de nueves, con sus cunas que parecen llegar al cielo…".
Y algo más: … "Admirables jinetes, como son en general todos los chilenos, montan cual centauros, parecen formar un todo con el caballo…".
Entre las muchas sensaciones y redescubrimientos de nuestro viaje, tal vez la más contundente fue comprobar nuevamente que nuestro caballo chileno es el mejor caballo monturero del mundo y con razón, orgullo de nuestro patrimonio nacional.
Nota de la Redacción: Las láminas que ilustran el artículo corresponden al Atlas de Gay.