Juan Pantanalli: "Apreciamos el reconocimiento de nuestros pares ayseninos"

Por Guillermo Rojas Fioratti

Como una jornada gratificante y llena de sentimientos calificó Juan Pantanalli Rozas la ceremonia de premiación de la Asociación de Rodeo Aysén realizada el pasado sábado 4 de junio en la ciudad de Coyhaique, donde se adjudicó los premios al Mejor Criadero, Mejor Caballo y Mejor Potro de la última temporada.

“Fue una linda sorpresa y la guinda de la torta a una gran temporada que nos permitió completar 4 colleras y media para los clasificatorios, de los cuales nueve son caballos criados y uno del criadero San Guillermo que es de mi hermano Luis Segundo, por lo que prácticamente se trata de las mismas líneas de sangre que estamos cultivando desde hace algunos años”, dijo el propietario del criadero El Nevado y de donde salieron los productos Relincho y Ocurrente que se alzaron como los mejores en las categorías Caballo y Potro, respectivamente.

Haciendo un poco de historia, Pantanalli cuenta que El Nevado nace oficialmente el año 1991 cuando inscribe su primer producto. “Desde hace 30 años que andamos corriendo y participando en la medida de nuestras posibilidades en los rodeos de la provincia. Siempre hemos sido del montón pero desde hace dos temporadas nos ha acompañado la suerte, tratando siempre de irnos superando y cumpliendo la mejores campañas posibles”, dijo Pantanalli, quien recuerda que hace dos temporadas completaron tres colleras y con dos llegó a Rancagua, por lo que –dice- “sabemos y apreciamos el reconocimiento y generosidad de nuestros pares ayseninos”.

Y agregó “el criadero lo inicié con dos yeguas pero sin otra ilusión que criar porque siempre me han gustado los caballos. Más tarde, trajimos un reproductor de la zona central, el Santo Tomás Requiebro, un hijo del Reservado en la Avellana, que es nieta del Taco. También tenemos un hijo del Talento en una madre Escorpión y un hijo del Peleco Caballero y así esperamos seguir sacando caballos nuevos, mejorando genética y tratando de tener caballos de buena estructura pero funcionales a este deporte que es el Rodeo”.

Sobre las yeguas bases comenta “partimos con yeguas que provenían de criaderos antiguos de acá de la zona como la Aromática, criada en Los Ñires, por Hugo Rodríguez. Era gran yegua hija del Vino Añejo. Todavía tenemos por ahí algunos nietos y nietas de esa yegua pero de a poco hemos ido refrescando las sangres con yeguas descendientes del Estribillo”.  

El equipo de jinetes del criadero El Nevado lo encabeza él, haciendo collera con su amigo Joaquín García y con quien corrió una collera de yeguas, a quienes se suman Manuel Poblete y Héctor Santos, los jinetes titulares del criadero, y además Sergio Marín.

Sus orígenes

Oriundo del sector de Ensenada, del sector de Valle Simpson, Juan Pantanalli cuenta que su afición por los caballos es herencia de su padre, un hombre que vivió la época más romántica de la Patagonia de a caballo y boina y dedicado a la actividad ganadera, rubro que él supo continuar hasta el día, manteniendo hoy día una explotación que centra en el ciclo ganadero completo y que complementa con una actividad comercial.

Juan Pantanalli junto a su hijo Roberto.

El criadero lo bautizó como El Nevado gracias a un predio que mantiene en la frontera con Argentina, caracterizado por picos cordilleranos permanentemente nevados. “Ahí comencé a criar caballos y cuando fui a inscribir mi primer caballo a las oficinas de la OGANA en Coyhaique me preguntaron cuál era el nombre del criadero. Por unos segundos cerré mis ojos y lo primero que se me vino a la mente fue esa cordillera nevada y por dije El Nevado”, cuenta.

Casado con la señora Ximena Santibáñez hace 34 años su familia la integran además sus hijos Pamela y Roberto, ambos odontólogos, a quienes se suma su pequeño nieto Santino, de 3 años, en quien se proyectan el futuro del criadero al igual que en su hijo Roberto, quien una vez concluya una especialidad profesional espera se integre al corral a partir de la próxima temporada para disfrutar del rodeo y los caballos en familia que es sin duda la mejor manera de disfrutar nuestras tradiciones.