Secretos del Arreglo, Guillermo Olave: "Uno no termina nunca de aprender en esto"
Guillermo Olave Tapia fue elegido por la Asociación Talagante como el Mejor Arreglador de la Temporada 2021-2022, siendo el primer huaso en alcanzar ese premio en esa institución. Por ese motivo, conversamos con él en la sección "Secretos del Arreglo" de Caballoyrodeo.cl, conociendo cómo es su método de trabajo, los consejos que entrega a los más jóvenes y para analizar la buena temporada que tuvo el Criadero La Trilla.
- ¿Qué significa para usted el premio de Mejor Arreglador de la Asociación Talagante?
"La verdad es que estoy muy contento, no me lo esperaba. Fue de sorpresa la verdad ese día en la cena. Estoy muy contento, es un premio muy bonito y me he esforzado harto para que los caballos estén bien y se vean bien. No sé si soy arreglador o no, porque creo que me falta harto para decir que soy arreglador. Uno no termina nunca de aprender en esto, entonces trata de hacer las cosas bien no más, no pensando en ser o creerse arreglador. Creo que es muy difícil llegar a eso y que ni los mejores arregladores terminan de aprender todos los días".
- ¿En qué criadero trabajas tú?
"Trabajo en el Criadero La Trilla de don José Tomás Pérez. Le doy los agradecimientos también a él por darme la oportunidad de trabajar acá, y a todo el equipo también. Somos todos un equipo, trabajamos todos en conjunto acá. Los petiseros, 'Luchito' y 'Polaco' que trabaja conmigo también. Somos todos un equipo. A la familia Pérez Cruz que nos da la oportunidad también de estar acá".
- Fue una buena temporada, llegó bien alto el criadero…
"Sí, fue una linda temporada, quedamos con varias colleras con punto y se logró completar una, que fue la de potros que corrían José Tomás y Lucas Pérez. Fue bonito porque llegar en caballos criados y hacer un buen papel allá, porque a lo mejor no se logró la clasificación en Rancagua, pero creo que hicieron un papel bonito en cuanto a la altura de todos los jinetes y corredores que están presentes allá. Se vieron bien los caballos y muy bien los chiquillos también".
- ¿Cuántos años tienes y desde cuándo que te dedicas a trabajar caballos?
"Yo tengo 33 años y llevo acá dos años en el criadero. Mientras que en el tema de los caballos he estado toda la vida, desde chico. Dedicado al tema de trabajar caballos llevo unos 15 años, desde que dejé de estudiar. Primero me metí a trabajar unos caballos míos y luego a aprender un poco".
- ¿Quién te enseñó a ti?
"La verdad es que aprendí de mi padre de chico y siempre mirando a grandes jinetes. Estuve con don Adolfo Muñoz, quien me enseñó varias cosas, y siempre mirando en todo caso, siempre más de observación y nunca estable de seguir con alguien muchos años".
- ¿Cómo es tu trabajo en el día a día?
"Los caballos acá en el criadero llegan mansos y topeados. Ese trabajo lo hace don Felamín Millar en el sur y acá nosotros le damos más topeo, las corridas y todo los detallitos que les faltan, las cosas que les van faltando las vamos mejorando acá un poco. Los caminamos, los topeamos y los trabajamos todos los días, tratamos de ser constantes en eso".
- ¿También has trabajado caballos desde la amansa?
"Sí, he trabajado caballos desde cero, desde el cabestro hasta correrlos".
- ¿Cómo es ese proceso?
"Parto con amansarlo, hago amansa más a la chilena, no tan racional. Lo más importante es saber darle el tiempo a los caballos. Darles amansa un tiempo y después seguir con el proceso de empezar a enseñar a cruzar sus manos, postura y rienda. Después le doy otro tiempo y llego al topeo. Luego le doy otro tiempo y voy a las corridas. La verdad es que como todos saben y como todos opinan parecido, esto es cosa de tiempo y de saber cuándo dar el tiempo, porque los caballos falta que hablen no más y digan 'para un poquito y déjame descansar'. Ahí es donde hay que tener un poquito de 'cachativa' para darle su tiempo".
- ¿Qué herramientas te gusta utilizar para el bocado?
"Depende de la etapa del caballo. Si parte en la amansa, desde ahí hasta el trabajo, creo que ocupo harto la guatana y el 'filete'. Después, pasando al topeo, voy viendo el bocado con que lo voy a correr. Ahí voy cambiando. La idea es tener siempre todos los caballos enfrenados. La idea es enfrenarlos desde jóvenes, porque creo que es una etapa importante en la madurez de la boca del caballo. Después cada caballo tiene su freno, hay unos que no toman nunca el freno, pero igual hay que hacer el intento".
- ¿Tienes algún ejemplo a seguir, algún arreglador que admires?
"Hay varios, partiendo por (Juan Carlos) Loaiza y (Eduardo) Tamayo. Creo que la mayoría los admiramos, todos pensamos parecido, porque ellos dejaron la vara muy alta en el rodeo. Demostraron con hechos y no solamente con palabras. Don Camilo Padilla, a quien también tuve la oportunidad de ver trabajar en el Criadero La Hermida. Don Adolfo Muñoz también. Don José Manuel Pozo, quien aparte de ser arreglador, me encanta como corre, me gusta mucho su estilo y siempre lo he mirado de chico. Como soy de Talca, coterráneo de Cumpeo, somos todos de la zona".
- ¿Qué le aconsejarías a los más jóvenes que se quieren dedicar al arreglo?
"Que traten de aprender bien el tema, creo que lo que más importante para que perdure el tema del rodeo, es aprenderlo bien, saber todas las etapas del caballo, darse el tiempo de probar cosas en los caballos y que estos vayan diciendo, y no apresurarse en etapas del caballo. A veces en apurarse está el error y los caballos, si los apuran, también cometen errores. Hay que tratar de aprender bien y mirar a los que más saben.
Por ejemplo, yo no tuve base de alguien de que hubiese nacido trabajando con él o que fui ayudante de alguien de forma constante, sino que aprendí más mirando que estando constante con alguien. Esta la opción de estar con alguien desde niños o trabajando 10 años de ayudante de arreglador, para saber un poco. Pero creo que es tema de saber mirar, saber el tema de los tiempos y ocupar la cabeza, más que todo".
- Por último, ¿a quién dedicas este premio?
"Dedico este premio a mi padre Guillermo Olave, que yo sé que vibra el rodeo y me inculcó este tema, a mi madre María Tapia, que está fallecida hace unos 17 años, y a mi hijo, que también se llama Guillermo, que por él vivo y a él se lo dedico con más corazón".