Consultivo tuvo charlas sobre historia del caballo chileno y tecnología en aperos
Por Antonio Arancio Gálvez, enviado especial a Tunuyán
Dos importantes exposiciones tuvo el Consejo Superior de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena realizado en Tunuyán, Argentina.
La Asociación de Criadores Cuyo mostró el proyecto "Tecnología en Aperos, Montura Pluma" en la voz del mendocino socio, jinete de rodeo y rienda, y arquitecto de profesión, Ramiro Fernández.
Por su parte el director Marco Antonio Barbosa Gellona hizo la "Exposición llegada del Caballo a América".
Fernández contó que "fue un gusto tener esta presentación. Al principio tenía un poco de temor porque sé que me enfrento a los mejores del Rodeo. Y era riesgoso, pero me lo tomo con humildad y pienso que este proyecto tiene muchas cosas buenas y algunas que mejorar".
"Este es un proyecto que busca aportar un poco de tecnología, materiales tecnológicos y diseño para la montura chilena tradicional. Como consecuencia se baja el peso, se mejora la flexibilidad y es un aporte para el bienestar animal y para el jinete. Estamos usando fibra de carbono y kevlar. El revestimiento de la montura sí es como la tradicional", añadió.
Barbosa, en tanto, comentó que "me entretiene mucho la historia y cumple con mi deseo de niño de traspasar las cosas que he tenido la suerte de aprender de nuestra Historia, nuestras costumbres y de dónde venimos. Tengo una abuela argentina y es muy bonito demostrar que hay sincronía de nuestros caballos, chilenos y criollo, que en un momento se separa por motivos funcionales. La exposición parte con una anécdota que se supone que los navegantes que vienen en el segundo viaje de Cristóbal Colón se gastaron la plata de los caballos para el tipo que debían traer, y compraron otro tipo, que es el bereber".
"Luego fui contando como las yeguas iban pariendo durante el viaje hasta América y bajando por el continente hasta llegar a Cuzco. De ahí hablamos de la experiencia de Diego de Almagro que llega hasta San Pedro de Atacama y el Valle de Copiapó, no encuentran oro y se devuelven y quedan algunos caballos ahí. Luego viene la historia con mi tierra, Melipilla, que es la expedición Pedro de Valdivia, quien consigue financiamiento del obispo Rodrigo González de Marmolejo y se suponía que encontrarían El Dorado y sólo se encuentran con una guerra muy fuerte con el sur de Chile", relató.
"A modo de pago, Pedro de Valdivia le entrega al obispo la crianza de caballos, que para términos de hoy era como tener una fábrica de autos. Ese criadero se instala en Pico, que es la actual Melipilla. Ahí explico que el caballo que llegó a esta parte de Argentina (Cuyo), que en ese entonces era territorio de Chile, era nuestro mismo caballo y que era distinto al caballo que tenían en Buenos Aires, Montevideo y en el Atlántico. Por razones de paisaje, clima y funcionalidad, el de Chile y el de Cuyo se fueron diferenciando. Por eso nuestro caballo tiene características distintas", completó.